viernes, 13 de octubre de 2017

Alejandro Jodorowsky nació en Chile en el año 1929. Desde muy joven se embarcó en el mundo del arte en un teatro de marionetas. En 1953 se trasladó a Francia donde trabajó elaborando números de mimo para Marceu (por los que nunca cobró un céntimo ya en lo números de mimo no había letra ni música sujetos a posibles derechos de autor de ningún tipo).






El topo (1970)



Tras algunos contactos con antiguos surrealistas como André Breton, decide formar su propio movimiento artístico. Así en 1962 formó el movimiento Pánico junto con Roland Topor y Fernando Arrabal (tristemente más conocido por el milenarismo va a llegar). Inspirados por el semi-dios Pan, el movimiento Pánico tenía por objetivo sorprender al espectador y hacerle pensar partiendo de esa inicial sorpresa. Jodowsky volvería a Sudamérica en 1965 con sus experimentales y vanguardistas espectáculos teatrales. Allí empezó a interesarse por el cine y adaptó la obra de su amigo Arrabal, Fando y Lis. El Topo fue su segunda y controvertida incursión cinematográfica. 

Jodorowsky entiende el arte como herramienta para sanar (suena raro y lo es). Jodorowsky es (o dice ser) muchas cosas: poeta, escritor, guionista de cómics, filósofo, experto en Tarot de Marsella, director de cine, etc pero su fin último parece ser sanar el alma del ser humano a través del arte. Muy probablemente,Jodorowsky no sea más que un charlatán que ha conseguido vivir del cuento durante toda su vida, pero El Topo es una película de culto en toda regla, la primera de todas ellas por mérito propio. Odiada e incomprendida por la mayoría y fascinante para unos pocos.

Jodorowsky dirigió El Topo en 1970, John Lennon la vio y se dedicó a predicar a los 4 vientos que era la mejor película que jamás había visto. Es lógico que le gustara a Lennon, es un film lleno de alegorías al cristianismo y a la filosofía oriental, repleto de metáforas y muy muy impactante. Todo muy acorde con el Lennon de los años 70. Pero tras la publicidad que el ex Beatle atrajo hasta la película, creo que hay mucho más: una profunda y amarga reflexión sobre la condición humana. Una cosa está clara, el visionado de El topo no deja indiferente a nadie. Atreveros si pensáis que ya nada puede impactaros.

El film se inicia con la narración de una pequeña parábola de la vida del hombre, viene a decir que el hombre es como el topo, siempre bajo el suelo buscando salir a la luz (felicidad), pero cuando finalmente lo logra… se queda ciego.
El film no deja de ser una gran metáfora sobre el hombre, las religiones y el sentido de la vida. El protagonista es un pistolero (Jodorowsky) que vaga sin destino por el desierto, allí descubrirá que su fe no era tan fuerte como él creía. Por el amor de una mujer abandonará a su hijo y se enfrentará a cuatro pistoleros en cuatro pruebas. Luego será robado por la mujer y dado por muerto. Posteriormente el pistolero será recogido por unos seres marginados de la sociedad y meditará en una cueva durante años, para salir renacido...

Jodorowsky no es un gran director, ni demuestra una gran habilidad técnica, tampoco tuvo un presupuesto decente pero sus ganas de escandalizar y provocar son innegables. Y realmente consigue remover la conciencia y las entrañas del espectador: no tiene reparos en mostrar escenas desagradables o repulsivas ni en lanzarnos incómodas verdades a la cara. Por la peli veremos actuando a actores mutilados y enanos, también hay escenas muy violentas y bizarras. Todo el surrealismo de Luis Buñuel o David Lynch se quedan cortos en comparación con el desierto de esta película y los extraños personajes que lo habitan.
De hecho creo que es la película más incomoda de ver y a la vez más extrañamente fascinante con la que me he topado en mi vida (luego vi otras del autor como La montaña sagrada o Santa sangre y me dejaron igualmente roto por dentro). A mí me provocó muchas preguntas, ¿La fe es importante aunque en lo que tengas fe sea falso? ¿Existe realmente un sentido de la vida? ¿Vale la pena buscarlo? ¿Qué hacer si lo encuentras? ¿Es el personaje de el pistolero una metáfora de Cristo y los cuatro pistoleros son los cuatro evangelistas?

Supongo que la mayoría de los espectadores dejarán de verla a los pocos minutos, pero si haces un esfuerzo (yo tuve que hacerlo) puede que descubras un film totalmente distinto a todo lo que conoces. Un film que no intenta sólo contarte una historia, intenta cambiar tu forma de ver el mundo. Que lo logre y además te guste ya son harina de otro costal.
La leyenda sobre los films de Jodorowsky es inmensa:

- El abuso de drogas fue bastante común mientras se rodaban El topo y otras películas del autor. Jodorowskydice no recordar haber rodado ciertas escenas, hay actores que nadie sabe de donde salieron ni qué fue de ellos. A veces se encerraban en el set de rodaje colocados hasta las cejas y sin parar de rodar. El visionado de lo rodado era sorprendente, como poco. Cosas que podían tener sentido bajo el efecto del peyote o el LSD cobraban un significado totalmente distinto al verlas un espectador no colocado.

- Los exhibidores no supieron que hacer con la película El Topo (era demasiado diferente) y la pasaron a medianoche, dando inicio a los pases de medianoche de films poco comerciales o de culto.

- John Lennon y Yoko Ono se quedaron tan fascinados con el film que convencieron a su amigo millonarioAllen Klein para que comprara los derechos de distribución de El Topo y le diera 1 millón de dólares a Jodorowsky para que rodara lo que quisiera.

- Jodorowsky rodó con el dinero de Klein La montaña sagrada (otro film alucinógeno) pero se negó a rodar el film erótico Historia de O. En represalia, Klein secuestró las copias del El topo. Durante años Jodorowsky ha estado regalando copias pirata de su propia película. Hace pocos años han llegado a un acuerdo y ya está remasterizada y editada en dvd. 

- La montaña sagrada iba a estar protagonizada por otro Ex Beatle: George Harrison, pero el guión incluía un primer plano de su ano defecando, Harrison se negó en redondo a rodar tal cosa y fue sustituido por otro actor. Jodorowsky era consciente de la publicidad que Harrison iba a proporcionar a su film, pero se negó a cambiar ese plano. El arte es así.

-¿Fans de El topo? Peter Gabriel, David Lynch, Bob Dylan, Dennis Hopper, Marilyn Manson, etc

- Jodorowsky ha intentado varias veces llevar a cabo la secuela "El hijo del Topo" pero no encuentra financiación (algo parecido le pasó con su fallido proyecto sobre Dune). Se rumoreaba que Marilyn Manson yDavid Lynch podrían financiarla, pero el proyecto parece cancelado definitivamente...

Es indiscutible que redactar una reseña o un artículo crítico del filme El topo (1970-1) de Alejandro Jodorowsky resulta ser una tarea muy complicada. Por supuesto, también es difícil ver y entender la obra. Aunque al inicio haya sido proyectada a la media noche clandestinamente en Nueva York durante meses, la pieza atrajo una inmensa cantidad de espectadores logrando hacerse popular, sobre todo, entre el movimiento hippie de la época (muy en especial fue el interés de John Lennon); por esto ha sido designada como cine de culto. La peculiaridad de la cinta parte de la casi incomprensión de su(s) mensaje(s), la excesiva violencia de los hechos y las imágenes, junto con su rareza, hasta el uso frecuente y aleatorio de distintas alusiones a religiones occidentales y orientales. Dada las inmensas posibilidades de análisis de este trabajo fílmico, junto a sus tantas dificultades, aquí me limito a ofrecer una escueta mirada a lo paradójicamente incómodo y simultáneamente fascinante que se presenta.

Antes de la creación de esta pieza cinematográfica, en 1962, Jodorowsky y otros artistas crean el término o movimiento artístico llamado Pánico. A esto, el cineasta dice sobre El topo: “I mixed all the styles. This is what I call the Panic Aesthetic, [I] was very conscious to do that” (2008). La intención de esta estética es “sorprender al espectador y hacerle pensar partiendo” de una sorpresa inicial (2009, Cifer). Entonces, si se considera esta preferencia del director (y productor), desde el comienzo del filme lo inesperado es crucial; no hay forma de prever todo lo que la obra contiene. En general, se trata de una búsqueda insondable y amarga que al mismo tiempo que paraliza, invita a la reflexión de la condición humana como atada al dispositivo de la fe: “El film no deja de ser una gran metáfora sobre el hombre, las religiones y el sentido de la vida” (2009, Cifer).

Considerando lo anterior, para tener una idea más cercana a lo que el creador de la obra busca transmitir, lo más atinado es utilizar sus propias palabras. Jodorowsky menciona lo que tenía en mente al momento de hacer esta pieza. Éste habla de la importancia de apelar al inconsciente humano en lugar de buscar una crítica consciente del filme pero, igual, en esa inconsciencia pretende despertar a sus espectadores. Afirma el director en una entrevista hecha en 1999 por Damien Love:

I decided to make in this story images that you cannot understand on only one viewing. I will make a picture that is a dream, that you can see more than once, and every time you see this picture you will see it differently. And then, within that, I made different levels. There is a very intellectual level there, but also a very animalistic level, an instinctive level, a sexual level, an emotional level . . . different levels.

I was demonstrating the cruelty of pictures that are anti-feminist and cruel, but which don’t come out and say that, because they are impotent. My intention was to awake the consciousness: first my consciousness, and then the consciousness of the public. That was my intention, to create a shock, to make pictures that can bring a changeto your life.

De este modo, en la obra se pronuncian palabras determinantes que proyectan precisamente las ideas aquí antes citadas. Éstas comparten la intención de crear un impacto buscando conducir al público hacia el cambio.

Asimismo, puede decirse que el cambio es un elemento omnipresente en toda la pieza y, primordialmente, va de la mano con el tema de la traición. Esto se observa por ejemplo en las palabras que el protagonista (que interpreta el mismo Jodorowsky) le dice al niño, que podemos suponer como su hijo (interpretado por el hijo de éste), cuando le abandona por una mujer. Éste le dice: “Destrúyeme, ya no dependas de nadie”. Entonces, se trata de despojarse de un sistema de creencias, de la fuente en la que el ser humano se sujeta, de buscar otras posibilidades. El niño debe vivir otra realidad a causa del abandono y la traición de su padre, su cambio queda ilustrado en que ya no está desnudo sino que aparece vestido (además de otros posibles significados).

Por otra parte, el enfrentamiento entre los cuatro sabios del desierto y el personaje principal, que es el topo, es otra manera de presentar un proceso de cambio. Éste va traicionando a sus combatientes con el engaño y la mentira. Al ‘ganarles’, se encuentra en una especie de vacío espiritual que culmina en la traición por parte de su mujer y de otro personaje que había pasado a ser una extensión de la pareja (éste llega a la trama ofreciendo su ayuda para encontrar a los sabios; es ambiguo/a y tiene gran carga de significado). Luego, ya a mitad de filme, existe igual una transformación del protagonista y del escenario. Éste pasa muchos años en un estado de trance dentro de una cueva, en la que fue llevado por un grupo de acéfalos que han sido condenados a vivir encerrados en dicho lugar. Cuando el topo despierta, debe cumplir su misión de liberar este grupo social marginado y, por esto, sale al pueblo más cercano en el que enfrenta la cruda realidad que allí se vive; seguido se observa mucha más violencia. Entonces, ¿La obra busca cambiar la perspectiva del espectador a través del uso de imágenes violentas? Pues, Jodorowsky lo que en realidad plantea es que, “We can only change our oppressors. It is impossible for people to liberate themselves from oppressors” … “People have to change themselves” (2007, Church). Es decir, no es el filme ni el director quien va a crear el cambio, sino que éste debe venir de quienes observan la obra.

Así, el público, además de encontrarse con excesivos enfrentamientos sangrientos, también obtendrá cambios y desplazamientos en la percepción de la realidad (sobre todo en cuanto a las dinámicas sociales acostumbradas). Esto es, “Jodorowsky finds a way to evoke that uneasiness throughout the film,… There is always something incongruous, something unexpected that does not belong” (2007, Ebert). Incluso, aquí los símbolos son desplazados a modo refractivo, teniendo éstos más importancia en sí mismos (1972, Ebert).

Al tomar en cuenta lo aquí expuesto, esta obra fílmica puede resultar muy incómoda y difícil para el espectador, pero al mismo tiempo resulta ser una pieza fascinante. Hay un público que no considera El topo como un buen filme, igual hay otro que piensa lo contrario. Personalmente, nunca había visto un trabajo cinematográfico con la perspectiva aquí presentada; el surrealismo de Luis Buñuel, por ejemplo, tiene un impacto que difiere de las impresiones que crean las imágenes de Jodorowsky. Es la obra más perturbadora y extrañamente gratificante que he visto. Y, tal como lo dijo el director en una entrevista de Ebert, “…you’ve got to take the concrete with the fantasy, the spirit with the flesh”. En fin, que para darle valor a esta cinta hay que tomar, ambos, lo inquietante y lo complaciente; del mismo modo hay que tomar la vida, es ‘todo o nada’. Articulo realizado por Las críticas de Luis Cifer.

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