La diputada rusa Natalia Poklónskaya aseguró hoy que la película "Matilda", sobre la relación amorosa entre el zar ruso Nicolás II y una famosa bailarina, ha ofendido los sentimientos religiosos de más de 40.000 personas en Rusia y otros países, incluso antes de su estreno oficial.

"Unas 40.000 personas en Rusia y países como Serbia y Montenegro, creyentes ortodoxos y musulmanes, se han dirigido a mí para denunciar que esta película profana los símbolos ortodoxos, ofende los sentimientos religiosos y alienta el odio religioso", dijo en declaraciones a la prensa local la que fuera fiscal de Crimea.

Agregó que va a "estudiar sin falta estas denuncias" porque, entre otras razones, el presupuesto de la película sobre el último zar ruso -santificado por la Iglesia Ortodoxa Rusa- contó con el dinero de los contribuyentes rusos.

"El presupuesto del filme fue de 25 millones de dólares (21,9 millones de euros), de los cuales el 35 por ciento correspondió a los contribuyentes, incluidos los que denuncian la película", remarcó la diputada.

Otro de los motivos que despertó la ira de los creyentes, según la legisladora rusa, es su protagonista, "el actor porno alemán Lars Eidinger" que da vida a Nicolás II.

"Matilda" toma el título del nombre de pila de la bailarina Matilda Kshesínskaya, de origen polaco, estrella del teatro Marínski de San Petersburgo a finales del siglo XIX, quien mantuvo una corta pero apasionada relación con el zar entre 1892 y 1894.

Según los historiadores, la aventura terminó en cuanto Nicolás contrajo matrimonio y fue coronado, pocos días después de la muerte de su padre, Alejandro III.

Tanto la Iglesia rusa como la Casa Imperial consideran una blasfemia hablar con tanta ligereza de ciertos aspectos -para ellos escabrosos- de la vida del último monarca de la dinastía Romanov.

Uno de los críticos más acérrimos del filme, el exportavoz de la Iglesia rusa Vsévolod Chaplin, exigió la prohibición de "Matilda" y llegó incluso a afirmar que, de lo contrario, "Rusia morirá".

Por su parte, el director de la película Alexéi Uchítel lamentó que todo el mundo critique su cinta sin siquiera haberla visto, basándose solo en el tráiler, y se mostró dispuesto a mostrarle el filme a todos los detractores.

En su momento, un grupo de cineastas rusos firmaron una carta abierta en la que criticaron los intentos de censurar la película, cuyo estreno está fijado para el octubre de este año.