martes, 12 de septiembre de 2017

Es imposible negar el talento de Daniel Day-Lewis, uno de los mejores actores de todos los tiempos.



Pero el intérprete, británico de nacimiento e irlandés de corazón, tiene también una especial capacidad para reinventar su creatividad. Primero lo intentó como zapatero, su vocación durante años cuando en 1999 también dijo adiós a la interpretación. Tres años después de aquella decisión volvió a las pantallas con Gangs of Nueva York (2002). Luego confirmó su regreso con Pozos de ambición (2007), cinta con la que ganó un Oscar al mejor actor, hazaña que repitió en 2012 con la cinta Lincoln.

Ahora, una vez más, el intérprete ha vuelto a dejar la actuación, aunque esta vez, dice, es la definitiva. Y parece que el plan de alejarse de la actuación no ha sido una decisión impulsiva sino todo lo contrario. La enigmática estrella lo habría estado analizando desde hace unos tres años y todo apunta a que su nueva meta podría ser la moda.

sí lo ha confirmado a la prensa amigos del intérprete que aseguran que Day-Lewis solo estaba esperando a que llegara el proyecto perfecto para decir adiós desde la cumbre. Con tres premios Oscar a sus espaldas y el respeto de toda la industria no necesitaría más. Y su próximo y “último” estreno a las órdenes de Paul Thomas Anderson parece que fue la guinda de su carrera. El filme, con el título provisional de Phamton Thread y estreno previsto en EE UU a finales de año, transcurre en la década de los cincuenta en el mundo de la moda de Londres. Una película de la que no se ha desvelado casi ningún detalle y que incluso fue rodada con la mayor discreción posible.

Según las declaraciones exclusivas que cita el portal Page Six, pero que han corrido como la pólvora en el resto de los medios, la preparación de Day-Lewis para el papel de un modisto soltero ha sido tan intensa que sembró en el intérprete la semilla de la que muchos aseguran será su futura carrera.

El comunicado oficial con el que el actor anunció que se retiraba de la actuación hablaba de “razones personales”. También hay quien subraya ese pequeño matiz que abre su breve nota de despedida donde indica que deja la interpretación, pero no dice nada de un posible Daniel Day-Lewis como director. Sin embargo, la idea de que Day-Lewis pase a ser un modisto cuadra más con los intereses artísticos que le llevaron al campo de la fabricación de zapatos. A finales del siglo XX y tras rodar El boxeador (1997) desapareció de la luz pública, primero para retomar su pasión por la talla en madera para luego aprender el arte de la fabricación artesanal de zapatos. Para ello trasladó su residencia a Florencia (Italia) y se convirtió en el aprendiz del maestro Stefano Bemer.

Aunque sin llegar al extremo de retirarse de la interpretación, el diseño de moda es un campo en el que numerosos actores han buscado una nueva carrera. Es el caso de Antonio Banderas, que recibió un curso de diseño en la prestigiosa escuela Central Saint Martins, de Londres, conocida como alma máter de grandes de la industria de la moda como Alexander McQueen y John Galliano.

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