martes, 15 de agosto de 2017

Una nueva generación de empresarios convertidos en rockstars hace ruido en la opinión pública. Es común ver a emprendedores dando charlas para audiencias en búsqueda de motivación, que siguen en detalle sus carreras y los esperan a la salida del auditorio para tener una selfie con su ídolo, como si se tratara de la puerta de un teatro. Sus videos se vuelven virales, hay libros con sus biografías, son considerados líderes de opinión y sus nombres trascienden a las empresas que dirigen.


Para bien o para mal, sus aciertos y errores se convirtieron en lecciones de negocios, al punto tal que varias de sus experiencias llegaron a la pantalla grande. Ya en 1941, Orson Wells había elegido ficcionar la vida del magnate de la prensa William Randolph Hearst, en el clásico “Ciudadano Kane”. Años más tarde, Oliver Stone apostó por “Wall Street”, el film con el que retrató el mundo de la Bolsa a través del codicioso Gordon Gekko, personaje por el que Michael Douglas se llevó un Oscar en 1988.

Para el periodista y productor de cine Axel Kuschevatzky, las elegidas para pasar a 35 milímetros son aquellas historias que “contienen los conflictos suficientes como para que dramática y emocionalmente funcionen”. Lo que le dio éxito a la obra de Stone, explica, fue la presencia de tensión entre un hijo que representa a un sistema que se opone a las creencias de su padre, el conflicto generacional en el mundo de los negocios.

Introducción, nudo y desenlace. Según Agustín Marcó del Pont, gerente de Ventas en United International Pictures (UIP), no porque a un empresario le haya ido bien en los negocios eso necesariamente se reflejará en el cine. La narración tiene que presentar un conflicto. “El cine no es un arte al que la gente vaya para motivarse. Va a entretenerse, a disfrutar y a comprar una historia. El conflicto llama mucho más la atención que el costado emprendedor”.

Esa fue, quizás, la clave para que “La red social”, dedicada a la creación de Facebook, se destacara entre otras similares. “Es una de las grandes películas de los últimos 15 años. Pero es una película sobre la traición. No particularmente sobre Mark Zuckerberg (N.d.R.: fundador de Facebook), sino sobre qué hace él con sus relaciones. Es decir, encierra la idea de un conflicto dramático potente. La búsqueda es esa”, analiza Kuschevatzky.

El film, dirigido por David Fincher, muestra a un Zuckerberg estudiante de Harvard con todos sus defectos. La crítica destacó la paradoja que plantea la trama, en la que la red social más popular del mundo fue creada por un hombre con pocas, o casi nulas, habilidades sociales. Codicia, traición entre amigos, desencuentros amorosos, un gran elenco y un presupuesto de US$ 40 millones hicieron que la historia se llevara tres premios de la Academia y cuatro Globos de Oro en 2011 y, a escala global, recaudara US$ 225 millones, según IMDb.

Sin embargo, al Zuckerberg de la vida real, pareció molestarle bastante la interpretación de Hollywood. “Hay una gran desconexión sobre lo que la gente que realiza películas cree que hacemos en Silicon Valley, que es construir cosas. Ellos no aceptan la idea de que alguien pueda construir algo sólo porque le gusta hacerlo”, dijo el founder, en una de las pocas entrevistas en las que se refirió al tema.

Quien no corrió con la misma suerte en términos de espectadores fue Steve Jobs. El creador de Apple tuvo dos películas que intentaron retratarlo. Pero, apenas cumplieron con las expectativas tanto de los productores como de la crítica. “Jobs”, estrenada en 2013 y con Ashton Kutcher en la piel del emprendedor, recaudó US$ 36 millones a nivel mundial, para un presupuesto de US$ 12 millones. El segundo intento raspó US$ 35 millones, con un budget de US$ 30 millones, según datos de IMDb. Por su parte, Kutcher fue nominado como peor actor en los Razzie Awards, los premios que se ríen de la industria, y la crítica del New York Times Manohla Dargis dijo que el personaje tenía “el sex appeal de una presentación de PowerPoint”.

UIP, la representante de Universal Pictures que distribuyó “Steve Jobs” en la Argentina, esperaba mejores resultados. “Esperábamos el mismo nivel que la anterior. Lo que pasa con el cine es que está, cada vez, más volcado a lo adolescente y animado. Las películas de adultos, por más que hacemos un esfuerzo, cuestan un poco más”, sostiene Marco del Pont.

“En general son malas. Incompletas, inexactas y concebidas como productos comerciales. Es muy difícil que una película desapasionada pueda narrar la vida de personas devoradas por una intensa pasión”, dispara Enrique Piñeyro, cineasta responsable de títulos como “Whisky Romeo Zulú” y “El Rati Horror Show”, acerca de los films relacionados a emprendedores. Kuschevatzky coincide: “No se puede contar la vida de una persona en 100 minutos”. No obstante, rescata que, en las dos sobre Jobs, se intentó mostrar el conflicto inherente en la personalidad del fundador de Apple como alguien que desafiaba al sistema. “Hollywood idealiza mucho más a quien le otorga la idea de ser alguien que va contra el sistema, a alguien que logra dominarlo”, explica.

“Cuando tenía 24 años, tomé una decisión: no sólo subsistir, sino prosperar”, decía Jordan Belfort en “El lobo de Wall Street”, la película del agente de bolsa que enseñaba a sus empleados que “el juego consiste en pasar el dinero del bolsillo de tu cliente a tu bolsillo y ya”. Se estrenó en 2013 y contó con un elenco de ensueño, encabezado por Martin Scorsese en la dirección y Leonardo DiCaprio en el protagónico.

“Si uno quiere contar la vida de un empresario, tiene que resaltar las cosas de color”, explica Marcó del Pont. El film de Scorsese lo cumple al pie de la letra. Despilfarro, lujos y todo tipo de ilegalidades sumados a insólitos escenarios y grandes actuaciones componen el combo explosivo que atrajo, sólo en la Argentina, a 498.000 espectadores y recaudó, a nivel mundial, US$ 392 millones, con un presupuesto de US$ 100 millones, informa IMDb. La productora, Paramount, compitió en los Oscar con cinco nominaciones. Pero no ganó ninguna.

Si de estatuillas se trata, la categoría de películas biográficas suele ser candidata en las premiaciones. “Las distribuidoras independientes, a diferencia de las major, poseen gran versatilidad de producto y calidad. No es casual que la mayoría de las nominadas y premiadas a los Oscars, Golden Globes y demás festivales, siempre, sean las que están en manos de la distribución independiente”, dice Mariana Vila, gerente General de Diamond Films.

El dúo Scorsese-DiCaprio había tenido mejor suerte en los premios con una apuesta anterior, también, dedicada a los emprendedores. En 2004, recrearon la vida del empresario pionero en aviación Howard Hughes en “El aviador”. La recaudación mundial alcanzó, para IMDb, los US$ 213 millones, para un presupuesto de US$ 110 millones. De sus 11 nominaciones para el Oscar, se llevó cinco, a los que sumó tres Globos de Oro.

La que intentó abrirse paso entre los premios en 2016 fue “Joy”, el film biográfico sobre Joy Mangano, creadora de la “Miracle Mop”. Pero no consiguió el milagro, a pesar de contar con nombres como Robert De Niro, Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, quien ganó un Globo de Oro por su actuación. En taquilla, no llegó a doblar su presupuesto de US$ 60 millones y recaudó US$ 101 millones.

“Son los cruzados modernos. Logran hazañas increíbles, empiezan desde un garaje y son figuras transformadoras de nuestra vida cotidiana”, destaca Piñeyro sobre los emprendedores. Estas historias corren con la ventaja, según Marcó del Pont, de partir de un producto, muchas veces, conocido por el público. “Hay más repercusión y los emprendedores están un poco más presentes en la opinión pública. Entonces, una productora, en lugar de tomar un guión desconocido, intenta aprovechar una moda. Porque posicionar una marca es muy costoso”, señala.

Pero, para las productoras, el negocio es más complicado. “El desafío es ficcionar la historia de manera que sea comercial”, advierte Vila. En este espacio encuentran lugar producciones independientes como las que distribuye Diamond Films. “La gente conecta cuando sabe que, al menos, parte de esa película está basada en un hecho real y responde de otra manera. Aunque, siempre, tiene que haber un toque de ficción”.

La distribuidora apostó este año por “Hambre de poder”, basada en la vida de Ray Kroc, un emprendedor que se asoció con los hermanos Mac y Dick McDonald e hizo crecer a la cadena de hamburguesas. Sobre la película, que recolectó US$ 23 millones a nivel global y muestra cómo un emprendedor fracasado se convierte en un empresario que pelea en los negocios como en la guerra, el diario The Guardian la acusó de representar “la total penetración de los valores corporativos en la cultura mainstream”.

En la Argentina reunió 24.000 espectadores y se proyectó en 40 salas, según Vila, números significativos para las estadísticas que consiguió el film en América latina. “Tenemos un público ávido por el buen cine, el que aporta una historia diferente. ‘The founder’ (N.d.R.: su título en inglés) es una película rica en contenidos, destacada como el film que todo emprendedor o estudiante de marketing debería ver”, aseguran desde Diamond, que, para la difusión, se asoció con organizaciones de emprendedores para alcanzar su nicho y fomentar el boca a boca.

Este año, se estrenó “El mago de las mentiras”, sobre la estafa Ponzi que llevó adelante Bernie Madoff. HBO la llevó directamente a la televisión, con Robert De Niro y Michelle Pfeiffer encabezando el elenco. Registró 1,5 millón de espectadores en la noche de su debut, según HBOWatch. La historia, fresca y con una alta cuota de traición y mentira, basó su guión en el libro “The wizard of lies”, de la periodista del New York Times Diana Henriques, quien entrevistó a Madoff en la cárcel.

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