lunes, 31 de julio de 2017

Saltos de alegría.


Tom Cruise es una de las caras más icónicas de Hollywood. Pero también, un básico en la cultura pop de los últimos tiempos, ya sea por sus memorables películas, sus relaciones amorosas, el mito de la cienciología, dudas sobre su sexualidad y el raro comportamiento que tuvo hace once años en el Show de Oprah.
Fue exactamente el 23 de mayo de 2005 cuando Cruise visitó el set del famoso talk show y se portó de tan extraña manera que hoy por hoy celebramos ese aniversario.
Todo comenzó cuando el actor salió y fue recibido por una gran ovación por parte del entusiasta público del programa.
 Tom, quien parece haber bebido mucho café o alguna bebida energética, respondió con la misma euforia. 
Fueron pocos los momentos de calma que hubo en la entrevista, y el mayor éxtasis llegó cuando Oprah tocó el tema del amor y Tom comenzó a saltar como un loco en el sofá amarillo gritando "¡Estoy enamorado! ¡Estoy enamorado!", refiriéndose a -para ese momento- novia Katie Holmes.
Ante la mirada atónita y risa nerviosa de Oprah, Tom inmortalizó un momento que la memoria colectiva no ha podido olvidar. Su bizarro comportamiento desde entonces ha sido ridiculizado, diseccionado y parodiado.
Muchos apuntan a que fue un intento de la estrella para mostrarse natural y más cercano. Evidentemente, fracasó.

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